Cesar Martín:
Sería bastante atómico ver expuesta en el Louvre la portada de “Reign in Blood” de Slayer
César Martín, director de la inclasificable revista musical Popular 1 (junto con Rolling Stone, decana de la prensa musical mundial), está de actualidad por la publicación del libro ¡No Me Judas, Satánas!. Se trata de un recopilatorio de artículos aparecidos en la sección homónima de la revista a lo largo de varias décadas, y que tocan los temas más variados con una óptica teñida de pasión y humor ácido.
El libro está dirigido a fans de la sección, pero puede ser disfrutado por cualquier persona aficionada a la música, el cine y los rincones extraños de la sociedad. Fue editado con espíritu de fanzine, y por ese motivo no está a la venta en librerías ni otro canal que no sea el correo electrónico popular1book@gmail.com
Abordamos al periodista-escritor-fan con la intención de que nos hablara de las relaciones (a veces obvias, a veces sutiles) entre la música, el cine y el arte. Sus respuestas resultaron ser como un pequeño extracto del libro, por lo que son una excelente carta de presentación del mismo.
Buenas, César. Hablemos de arte. Y dentro del arte, el rock tiene hermanos muy cercanos, como el cine, la literatura o la fotografía, pero su relación con las artes clásicas (pintura y escultura) es más difusa. ¿Ves tú alguna conexión entre esos dos mundos?
Claro que veo una clara conexión entre el rock y las artes clásicas. Pintores y escultores que fueron puro rock’n’roll, músicos que pintan o esculpen, cuadros famosos que han aparecido en portadas de discos que nos han marcado a todos, diseñadores que se hicieron grandes gracias a su trabajo con bandas… Hay infinidad de ejemplos… Desde las ilustraciones de David Lee Roth o los cuadros de David Bowie hasta las esculturas que creó Perry Farrell para iluminar las portadas de Nothing’s Shocking y Ritual De Lo Habitual de Jane’s Addiction.
Popular 1 tiene una larga historia de relación directa con el arte. Sin ir más lejos, el fundador de Popular 1, Martín Frías, es pintor y fotógrafo, y Dalí fue una importante figura de los primeros años de la revista. ¿Hay más conexiones que los fans no conozcamos?
Sí, desde luego. Dalí tuvo una relación muy directa con nuestra familia. En ocasiones llamaba a casa, y como ya imaginarás, sus llamadas eran una absoluta locura. Martin Frías solía visitarle en su casa, Bertha tuvo un encontronazo muy violento con Gala… Hay muchas anécdotas… Bertha y Martin Frías también conocieron a H. R. Giger en los 70’s, que es otro de mis artistas favoritos. Adoro todo lo que hizo. Y Martin Frías ha tenido relación también con el famoso pintor Antonio López.
Quien sí tiene claras conexiones con estas artes es el cine, otro de los pilares de la revista. El cine clásico veneró a Van Gogh en la piel de Kirk Douglas o a Toulouse-Lautrec en Moulin Rouge de John Huston. Charlton Heston fue Miguel Ángel en El tormento y el éxtasis. Hitchcock reclamó los servicios de Dalí…
Sí, la película sobre Van Gogh que protagonizó Kirk Douglas, El loco del pelo rojo, es una absoluta maravilla. Es difícil imaginar a nadie más en ese papel. Ese fue un proyecto muy personal para Kirk. Aunque no hay que olvidar tampoco la peli sobre Van Gogh que hizo Willem Dafoe, At Eternity’s Gate. No la voy a comparar con El loco del pelo rojo, pero Dafoe también estuvo espléndido en ese papel.
La conexión Hitchcock-Dalí en el film Recuerda me ha parecido siempre muy curiosa. ¡Surrealismo en el Hollywood de los años 40! Ahora sabemos que el productor del film, David O. Selznick, famoso por Lo que el viento se llevó, se acojonó cuando el artista presentó sus ideas. ¡Dalí quería rodar una secuencia de veinte minutos! Eso era inviable en un film mainstream, pero menuda pérdida, ¿no? La secuencia que rodaron finalmente es fantástica, ¡pero ahí faltan 17 minutos, joder! Y ya ni hablemos de otro proyecto de Dalí en Hollywood que jamás llegó a hacerse realidad… ¡Dalí y los Hermanos Marx! ¡Imagina eso! El artista presentó unas ideas tan locas que el estudio prefirió prescindir de sus servicios… Ahí se perdió algo muy grande para la historia… Groucho, Harpo, Chico y… Dalí! ¡la madre de Dios! Un film sobre arte que también merece la pena es Pollock, en el que Ed Harris hizo el papel de Jackson Pollock. Y me encanta ver a David Bowie en el papel de Warhol en la peli Basquiat.
Alguien ideal también para el No Me Judas sería H. R. Giger. Era un tipo con un talento extraordinario.
La vida de muchos pintores y escultores a lo largo de la Historia es puro rock’n’roll. Caravaggio, por ejemplo, es tan salvaje y pendenciero como cualquier rata de cloaca angelina. ¿Hay alguna biografía que incluirías en el esperado segundo volumen de No me Judas, Satanás?
Sí, claro, Caravaggio fue un personaje muy extremo. Me interesé por su vida en un viaje a París. Durante una estancia en casa de un amigo que vivía allí, eché un vistazo a su biblioteca y tenía varios libros muy completos sobre la vida y la obra de Caravaggio. Era uno de sus héroes personales y pasé varios días leyendo esos libros. También tenía Tommyland de Tommy Lee, pero me pareció más interesante Caravaggio…
Alguien ideal también para el No Me Judas sería H. R. Giger. Era un tipo con un talento extraordinario. Y Dalí obviamente es otro icono que es carne de No Me Judas. Hay muchos artistas que encajarían perfectamente en la sección.
El mundo del arte es desde hace muchos años un reducto elitista. Un negocio de artistas estafadores, críticos que miran por encima del hombro al público, aficionados con obsesión por ser los más cultivados, obras inaccesibles… El arte «accesible» no es considerado verdadero arte. ¿Ves paralelismos con la música o el cine?
Tal vez podamos encontrar paralelismos, pero hay muchos más farsantes en el mundo de la pintura que en el cine o la música. Fran Lebowitz habla de ello en la nueva serie de Scorsese, Pretend It’s a City. Comenta lo absurdas que son las subastas: se presenta un Picasso, la gente lo mira en silencio, y cuando finalmente es adjudicado a alguien, ¡el público aplaude! O sea: aplauden el precio, no el cuadro. Creo que ese detalle refleja perfectamente lo que es el mundo del arte hoy en día.
Hay muchos más farsantes en el mundo de la pintura que en el cine o la música.
¿Crees que el arte (cualquier arte) debe basarse solo en los gustos personales o tiene que haber un mínimo canon de calidad, sea este el que sea?
No creo que tengan que existir reglas necesariamente. Mira, cuando conocí a Mink Stole, una de las musas de John Waters y la entrevisté en su casa, me mostró una pieza de arte que presidía una de las paredes de su casa. Era un trozo de baldosa o algo similar que yo desde luego no entendí. Era una obra de su hermana y a Mink le parecía una pieza muy especial. ¿Quien somos tú o yo para poner en duda el valor de esa obra? Si a Mink le hace sentir algo, le conmueve de alguna forma, ya tiene un valor muy importante. Así que lo del canon de calidad, tratándose de arte, creo que está fuera de lugar. Por supuesto, hay muchas obras que se exponen en museos y que a mí me parecen una basura, pero es solo mi opinión.
Algunos rockeros y actores buscan a veces «elevarse» dedicándose a la pintura. ¿Hay alguno en especial cuya obra conozcas y nos recomiendes? ¿O lo ves más bien como una pose para acceder a un status vetado a los piojosos?
En la mayoría de los casos, yo no creo que sea una pose en absoluto. Por lo general, suele ser una pasión. Fíjate en el caso de Jim Carrey: tiene un estudio en donde no deja entrar a casi nadie, y se nota que ama la pintura. En el episodio de Comedians in Cars Getting Coffee —el programa de Jerry Seinfeld— dedicado a Carrey, permite que Seinfeld visite su estudio, y puedes apreciar que ese lugar es un refugio para él y realmente ama pintar. Tras el suicidio de su pareja, Carrey atravesó una auténtica crisis existencial, y yo creo que la pintura le salvó.
Alguien como Marilyn Manson, por ejemplo, creo que hoy en día es más honesto cuando pinta que cuando ofrece conciertos. Le vi en directo por última vez hace un par de años y fue una vergüenza de show, se notaba que ni siquiera quería estar allí. Pero en cambio, creo que se toma la pintura muy en serio.
Bowie era otro músico que creo que también pintaba por pasión. Desde luego, alguien como él no necesitaba dárselas de nada, ya era lo suficientemente cool a los ojos de la humanidad sin necesidad de coger un pincel…
¿Quién más?… Dennis Hopper era un artista interesante, me gustan muchas de las cosas que hizo… Y si hablamos de hoy en día, a mí me encanta la obra pictórica de John Mellencamp. Ya lleva muchos años pintando, desde principios de los 90, y es gracioso porque le gusta comentar que sólo hace música para pagar su hábito de pintor. Como si la pintura fuese su hábito de heroína. Mellencamp es un tipo con muchos demonios hoy en día, desde luego ya no tiene nada que ver con el rocker de Indiana de los tiempos de American Fool. La vida le ha pateado en las pelotas, como a todos nosotros, y ha transformado eso en maravillosos discos y en cuadros realmente bellos y oscuros. Fue muy cómica la visita de Sammy Hagar al estudio de Mellencamp. Esos dos tíos son como la noche y el día. A mí me gusta mucho la música de Sammy, pero desde luego me parece un tipo bastante más básico y superficial que Mellencamp. Visitó el estudio de John Mellencamp en Bloomington para un episodio de un programa suyo, y John le trató con educación en todo momento, pero fue como ver a un crío de 10 años (Sammy) intentando comunicarse con un adulto (Mellencamp). Quien no conozca la obra pictórica de John Mellencamp, debería echarle un vistazo. Es tan brillante como sus discos. Y de hecho, es el complemento perfecto para sus álbumes de los últimos 20 años.
Andy Warhol y la Velvet, el expresionismo y el bebop, Keith Haring y el hip hop, Roger Dean y el rock progresivo… Hay música que es inseparable de la imagen.
Sí, hay muchísimos ejemplos… Las portadas de Motörhead que hizo Joe Petagno, sin ir más lejos… Él fue además el creador de la mascota de Motörhead, el famoso Snaggletooth. Todas la colaboraciones de Derek Riggs con Iron Maiden… Riggs no era Caravaggio precisamente, pero cualquier amante del Heavy Metal adora su trabajo.
Las obras de Giger que aparecieron en portadas de Danzig o EL&P… Las colaboraciones de Doug Johnson con Judas Priest en discos como… ¡Screaming for Veangeance! ¡Defenders of the Faith!… yo qué sé, hay tantos ejemplos… Es imposible pensar en King Crimson y no recordar aquella acojonante carátula de In the Court of Crimson King de Barry Godber…
Una de mis favoritas es la de Bitches Brew de Miles Davis, obra de Mati Klarwein… eso más que una portada parece un mural para cubrir un edificio entero… Robert Crumb es uno de mis ilustradores preferidos de la historia y amo su portada del Cheap Thrills de Big Brother & The Holding Company… Ese es un caso interesante, porque en los 60 Crumb ya era un tipo pasado de moda… ¡mentalmente vivía en los 20 y los 30! Janis Joplin le dijo en más de una ocasión que intentase adaptarse a los tiempos, pero Crumb nunca tuvo el más mínimo interés en hacerse pasar por un hippie, y sin embargo, ya ves, es el autor de una de las portadas más icónicas de la era del Flower Power.
El lugar donde el arte y la música se fusionan totalmente es si duda la portada de un disco. Nuestra página tiene un pequeño recopilatorio de portadas inspiradas en obras de arte. ¡Vota tu preferida de las diez por su mérito estético!
De las portadas que habéis seleccionado las que más me gustan son la que te comentaba de Cheap Thrills y la de How the Gods Kill de Danzig, obra de Giger. La de Use Your Illusion de Guns n’ Roses, a cargo de Mark Kostabi, también me gusta mucho.
Aunque mi portada favorita de los Guns es, por supuesto, la original de Appetite For Destruction. Además, la historia detrás de esa carátula es muy graciosa. Su autor, Robert Williams, ¡no quería que usasen su cuadro! Sabía que levantaría una enorme polémica y estaba convencido de que los tipos de Guns n’ Roses no sabrían ni qué decir cuando los medios y los censores se les echasen encima. En pocas palabras: les consideraba unos tarugos. Pero por fortuna, terminó accediendo y ahí quedó esa majestuosa carátula para la Historia.
Pero una portada no tiene que usar un cuadro famoso para ser por sí misma una obra de arte. Hay miles de ellas, pero dinos alguna que se te ocurra ahora mismo y que merecería ocupar la pared de honor del Louvre o el MOMA.
Sería bastante atómico ir al Louvre y ver expuesta la portada de Reign in Blood de Slayer, desde luego. Esa imagen fue idea de los propios Slayer. Le encargaron el trabajo a Larry Carroll y el resultado fue tan impactante como el propio disco.
Una vez le pedimos a Rudolf Schenker que nos explicase qué significaban exactamente las carpetas de Lovedrive y Animal Magnetism, ¡y el pobre Rudolf no supo qué decir!
Unos favoritos por aquí: Hipgnosis.
He admirado el trabajo de Hipgnosis desde niño. Crearon algunas de las portadas más bellas e inquietantes de la historia. La que más me perturbó de crío fue la de Wish You Were Here de Pink Floyd. Aún a día de hoy me sigue pareciendo una imagen muy impactante.
Pero hay muchas otras: las de Dirty Deeds Done Dirt Cheap de AC/DC, Houses of the Holy de Led Zeppelin, Peter Gabriel I, In Through the Out Door de Led Zeppelin, High’n’Dry de Def Leppard, Presence de Zeppelin… Me encanta lo que hicieron para UFO también… las de Force It, Phenomenon, No Heavy Petting, Strangers in the Night y demás… La de Force It la censuraron en España, borraron a la pareja… Durante muchos años, yo solo tuve esa versión, hasta que un buen día di con la carátula original. ¿Sabes quienes eran los protagonistas de esa portada? ¡Genesis P. Orridge y su novia! Esa conexión Genesis P. Orridge/UFO/Hipgnosis me parece maravillosa.
La carátula con peor gusto que firmaron Hipgnosis yo diría que fue la de Lovedrive de Scorpions, ¡que a mí me parece fantástica, por supuesto!, pero es chocante. Una vez le pedimos a Rudolf Schenker que nos explicase qué significaban exactamente las carpetas de Lovedrive y Animal Magnetism, ¡y el pobre Rudolf no supo qué decir! Recuerda aquella contraportada de Animal Magnetism, ¡supuestamente el perro le estaba haciendo una felación al hombre! Aunque fue más cafre aún la portada de Virgin Killer, que no fue obra de Hipgnosis y que aún es motivo de controversia hoy en día.
Y al revés: de repente decides que la próxima portada del Popu debe ser un cuadro, y eliges…
No hay duda alguna al respecto: la de Brain Salad Surgery de EL&P, obra de Giger.
Vas a comer a un chiringuito de playa, repleto de niños, y suena reggaeton de mierda, con las letras más misóginas y ofensivas que puedas imaginar, y luego se censuran en redes sociales portadas de discos míticos o imágenes artísticas bellísimas.
En estos momentos nuestra página está siendo acosada por los autómatas de Facebook para que dejemos de mostrar obras de arte en las que aparezcan desnudos, ¡El David de Miguel Ángel es subversivo! Tiempos contradictorios: el puritanismo comparte espacio con la violencia y el odio; hay porno gratuito accesible para todo el mundo y la música toca los temas más chungos con un vocabulario muy crudo, al tiempo que los artistas se sienten perseguidos por la censura. ¿Hay más o menos libertad ahora que en los tiempos del PMRC de Tipper Gore?
Es todo un sinsentido acojonante… Vas a comer a un chiringuito de playa, repleto de niños, y suena reggaeton de mierda, con las letras más misóginas y ofensivas que puedas imaginar, y luego se censuran en redes sociales portadas de discos míticos o imágenes artísticas bellísimas, porque muestran un desnudo… La última idiotez ha sido lo de Disney: ¡han prohibido que los niños puedan ver Peter Pan, Dumbo y Los Aristogatos porque de pronto se consideran racistas!…
Hay tantísimos ejemplos… el libro Matar a un ruiseñor de Harper Lee está censurado en muchas escuelas norteamericanas, ¡por racismo! No estamos hablando de los Geto Boys precisamente, ¡ahora se censura Dumbo y Matar a un ruiseñor! Toda esta histeria con lo políticamente correcto está arruinando, por ejemplo, el mundo de la comedia. Hasta hace relativamente pocos años, la comedia ácida no era perseguida por masas de tarados exigiendo linchamientos públicos en redes sociales… Se entendía que los cómicos podían bromear sobre cualquier cosa, ¡porque para algo son cómicos! Y cualquier persona mínimamente inteligente comprendía que lo que decía un cómico sobre un escenario no era necesariamente lo que pensaba… ¡se trataba de un show!, ¡bromas sobre asuntos tabú! Bromear sobre el Holocausto no convertía a un cómico en un nazi, y tal vez el objetivo fuese justo lo opuesto, dependiendo de la broma, claro. De hecho, ha sido habitual durante muchos años que los cómicos judíos bromeen sobre ese asunto. Pero hoy en día, un cómico dice algo ofensivo en escena, alguien lo graba con un móvil, lo cuelga en Internet, llega a millones de personas que ni siquiera conocen el contexto del que ha sido extraído ese comentario, y el cómico es linchado. Desde siempre, quienes hacen stand up comedy han necesitado poder probar su material en público para terminar de escribir un monólogo, y quizá las primeras veces que cuentan una broma fracasen, porque no han logrado aún desarrollar lo que quieren decir. Pero hoy en día ni siquiera pueden hacer eso ya, porque se arriesgan a que aparezca en YouTube esa misma noche, y sean juzgados por algo que ni siquiera es aún un monólogo definitivo.
Y esto es solo un pequeño ejemplo. Lo mismo está pasando con el cine, la música, la literatura y el arte… Así que como decían los miembros de una banda que conocí hace años, cada vez que brindaban con una nueva ronda de chupitos: FUCK THE WORLD!!! Al diablo con las masas de borregos defensores de lo políticamente correcto.
Y pregunta final, la más comprometida. ¿Qué es para ti el arte?
Intentar definir lo que es el arte ni siquiera tiene sentido. Es algo que sientes, algo que te conmueve y que no es necesario definir con palabras… Es una pieza de John Coltrane, un cuadro de Dalí, una secuencia de David Lynch… Lo que para mí no es arte es el deporte o la cocina. Fran Lebowitz, de nuevo, habla también de ello en Pretend it’s a City. No estoy de acuerdo con Fran en muchas cosas, pero coincido totalmente en este asunto. En una charla con Spike Lee, el director le comenta que lo que hacía Michael Jordan era arte, y Fran se niega a aceptar una jugada de Jordan como arte. ¡Totalmente de acuerdo con ella! Michael Jordan podía ser increíble como jugador de basquet, podía ser el mejor en lo suyo, pero yo no considero que hiciese arte en absoluto. Y lo mismo pienso sobre la cocina. Ahora la gente se refiere a los chefs como «artistas»… Menuda idiotez… El comentario de Fran es muy cachondo: dice que si algo te lo puedes comer, acompañado por un café, no es arte, ¡es un snack!
¡Muchas gracias por tu tiempo y por todos estos años de aprendizaje y diversión!