Cuatro Amores
El equilibrio universal y los cuatro elementos.
Lorenzo Quinn sabe como nadie esculpir el amor, el equilibro y la belleza. Su maestría con el cuerpo y su lenguaje parecen no tener límites. El modo de demostrarlo lo descubrimos en sus obras llenas de armonía. Cuatro Amores es una pieza de elegante belleza que inspira a la reflexión del espectador sobre el equilibrio de las relaciones individuales, interpersonales y universales.
El cuerpo a cuerpo de la pareja, que está coronando la obra, es un juego malabarista en el que hallan el punto exacto de estabilidad, tan necesario en una relación. El cuerpo de la mujer, segura de si misma, está colocado boca arriba, contemplando el cosmos. Se encuentra encima de la espalda de la figura masculina, apreciando la firmeza del contacto de su compañero. Éste parece ser el guía de su lado más pragmático. El artista Lorenzo Quinn dota al hombre de unos brazos poderosos conductores de lo terrenal y espiritual. Sus cuerpos, que parecen bañados por los rayos del sol, lucen vibrantes, esbeltos y fuertes sobre la cima del globo terráqueo. Mente y cuerpo sincronizados. Un armonioso y bello binomio que se sostiene con la habilidad de un funambulista encima de tres elementos diferentes que confluyen en un mismo origen.
El globo terráqueo brilla con el fulgor de un mundo recién erigido, como el génesis de la vida. El escultor crea, a fuego lento y con la maestría de un mago, un mundo en el que todas las piezas suman y se ensamblan a la perfección en el engranaje de la conciencia espiritual y terrenal. Un mundo formado por piezas de puzzle; todas distintas, pero fusionadas en un todo común. Un universo creado por Lorenzo Quinn que consigue la estabilidad en su punto exacto sobre las cuatro piedras «zen», que reposan en una peana cuadrada. Las cuatro piedras simbolizan la fe y el afecto, la pasión y el amor, la amistad y el amor por la familia. Motores impulsores en el ser humano.
«Me inspiré para crear esta escultura, mientras leía Four Loves de C. S Lewis. Decidí representar los amores como los pilares que deberían soportar el peso del mundo».
Lorenzo Quinn.
Existe un punto en el Universo y en los seres humanos en los que todo converge y el escultor Lorenzo Quinn lo ofrece al mundo en Cuatro Amores, su sutil y poderosa escultura.