Gemelas idénticas
Dos gemelas idénticas totalmente diferentes.
Hay, y ha habido, y habrá un número infinito de cosas en la Tierra: individuos todos diferentes, todos queriendo cosas diferentes, todos sabiendo cosas diferentes, todos amando cosas diferentes, todos luciendo diferentes… Eso es lo que amo: la diferencia.
Cathleen y Colleen vivían en Nueva Jersey. Eran dos gemelas idénticas de 7 años que estaban en una fiesta navideña cuando la fotógrafa Diane Arbus se fijó en ellas. Arbus era experta en descubrir la peculiaridad de cada individuo, ya fueran monstruos de feria, enfermos psiquiátricos, transexuales o prostitutas. Era capaz de ver hasta diferencias en gemelos idénticos, o al menos su cámara podía conseguirlo.
Arbus sacó una fotografía icónica con la cámara a la altura de su cintura, como era su estilo. Retrató a dos niñas iguales que no pueden ser más diferentes. Poniendo la una al lado de la otra, deja que el espectador empiece a ver diferencias poco a poco, anomalías que se convierten en verdaderos abismos. Empezad si queréis por el diseño de sus medias, en principio igual…
Arbus consigue una fotografía entre la honesta realidad y la ficción que construye el arte, entre lo inocente y lo inquietante, entre la instantánea y lo que siempre está ahí… Arbus retrata lo extraño que es ser parecidos, la normalidad en lo extraño y lo extraño en la normalidad…
Sé en lo que estáis pensando… Gemelas idénticas es como las gemelas de El resplandor de Kubrick, ¿verdad? Efectivamente… El cineasta tuvo muy presente esta obra de Arbus para perturbarnos con su extraña obra maestra del terror sobre la identidad y otras pesadillas.