Michelangelo Pistoletto
Italia, 1933
Michelangelo Pistoletto es uno de los fundadores y principales representantes del Arte Povera.
Y como buen Povera, utilizó materiales humildes, por decirlo de alguna manera: cartón, madera, ropa, periódicos usados… También objetos cotidianos como los espejos, con los que empezaría a hacerse famoso a nivel internacional.
Pero una de sus principales herramientas es el happening, acciones creativas en las que la improvisación, el azar y el contexto son fundamentales
Pistoletto era hijo de un restaurador de pinturas, por lo que el arte estuvo siempre presente en su vida. Iniciado en el taller de su viejo poco después de acabada la guerra, empezó a pintar sus cosas modernas, siempre con las viejas pinturas del taller al fondo. Ahí empezaría el diálogo entre pasado y presente, una característica muy importante en el Povera. Es lógico que este movimiento surgiera en Italia, una de las cunas de la civilización occidental.
Pero al posicionarse desde los materiales humildes, renunciando a la jerarquía de la materia, el arte de esta gente era claramente crítico, sobre todo con el rol que la sociedad adjudicaba a la producción artística y al concepto del arte en general. Es decir, ¿qué coño es la belleza en realidad?
La realidad, por cierto, otra de sus temáticas, se convirtió en casi una obsesión. Su objetivo artístico durante toda su carrera sería llevar el arte al mundo real y sacarlo un poco de esas crípticas galerías y museos. Es bien sabido que no lo consiguió todavía, aunque lo sigue intentando.