Stanisław Wyspiański
Polonia, 1869–1907
Pintor, arquitecto, diseñador, ebanista, grabador, vidriero, dramaturgo… El polaco Stanisław Wyspiański hizo de todo, como marcaban los cánones de la época y el estilo Art Nouveau: la unión de todas las artes. Fue lo que en el país se llamó Młoda Polska, o «Joven Polonia».
Wyspiański era hijo de un escultor alcohólico que pudo influir en su hijo los primeros años, pero el joven Stanisław por Joanna Stankiewiczowa y su marido, que lo introdujeron de lleno en el ambiente artístico de Cracovia.
En esos primeros años de formación, se hizo todo un experto, tanto en lo teórico como en lo práctico de las artes, la música y la literatura. Además, con 20 años se fue por toda Europa a aprender. Sobre todo le influyó lo que se hacía en Francia en torno a la década de los 90.
De vuelta en Polonia tras cuatro años, Wyspiański empezó a pintar con su característico estilo: pintura de dibujo muy estilizado, un personal Art Nouveau y temáticas sobre la historia y la cultura polaca.
Fue en esa época cuando también se le dio por realizar sus magníficos muebles y sus famosas vidrieras. Inmerso en eso de Młoda Polska, el modernismo polaco fue partidario del «arte total». Sobre todo tuvo un gran éxito como dramaturgo, y sus obras de teatro y escritos sobre este medio artístico son todavía un referente.
Murió con solo 38 años de sífilis, enfermedad por aquel entonces incurable.