Alfons Mucha
República Checa, 1860–1939
Máximo exponente del Art Nouveau, Alfons Mucha fue uno de esos pintores y artistas decorativos que convirtió las Arts & Crafts en una de las Bellas Artes.
Muy ligado a la publicidad y al diseño, sus figuras decorativas son el paradigma de lo que se conoció como Modernismo.
Según parece, Mucha era un excelente cantante y por ello pudo continuar su educación secundaria, pero pronto descubriría una nueva vocación: el dibujo. Desde entonces trabajó como pintor decorativo en su Moravianatal, sobre todo para espectáculos teatrales, y acabaría en la efervescente Viena de la época.
Teatro, pintura decorativa, murales, litografías y retratos… En todo ello resaltó sobre los demás artistas de la época. Pero quizás en lo que más triunfó fue en un arte recién nacido: la publicidad. Revistas y anunciantes rogaban por sus servicios y la legendaria actriz Sarah Bernhardt le ofreció un contrato de exclusividad por seis años para representar su imagen.
Las calles se llenaron de sus dibujos y todo el mundo fue cambiando hacia ese arte tan moderno y eficaz a la vista.
Otra de sus facetas exitosas fue la de joyero. Mucha empezó engalanando a las mujeres de sus carteles con joyas dibujadas con gran lujo de detalles, por lo que de pronto la alta sociedad empezó a demandarlas como si realmente existieran.
Sus pósters, avisos e ilustraciones, y sus diseños para joyería, alfombras, empapelados y decorados teatrales acabaron por conocerse como Art Nouveau. Se muestra en muchos de ellos mujeres jóvenes, hermosas y muy saludables, que flotan entre exuberantes flores.
Su arte nunca pasó realmente de moda y desde todas las corrientes modernistas europeas al art decó bebieron directamente de su estilo. Evidente es su influjo en, por ejemplo, los carteles hippies de los años 60 o la huella masiva del artista en toda la ilustración desde 1900 hasta hoy.