Edouard Cortès
Francia, 1882–1969
Edouard Léon Cortès fue el pintor de la ciudad de París. Se puede decir sin ninguna duda al respecto que su especialidad era el paisaje urbano.
Medio francés, medio español, nació en el seno de una familia de artistas muy cerca de París. Estudia Bellas Artes de 1899 a 1904 y con 16 años expone por primera vez. La crítica es benévola con su arte. Sus escenas de París de noche tienen mucho encanto.
Poco a poco, el joven Cortès va adquiriendo reputación en el mundillo del arte parisino. La ciudad es claramente su musa. Pintó París en todas las épocas, climas y horarios, y la pintó toda su vida. 60 años dedicados casi exclusivamente a ella. Muchas de sus obras son de difícil datación. Podrían ser de 1905 o de 1945. Su estilo apenas varía.
Pero no sólo triunfó en Francia. Sus estampas parisinas gustaron mucho en Estados Unidos y en los primeros años del siglo XX su obra alcanzó fama internacional. De hecho, había una especie de industria de falsificaciones de sus cuadros. En una entrevista de 1965, Cortès dijo que existían más de 400 obras falsificadas con su firma. Aún hoy circulan por ahí falsos Cortès.
Durante la I Guerra Mundial tuvo que alistarse, a pesar de ser un convencido pacifista. En la carnicería fue herido por una bayoneta y se le dio una medalla. Tras la contienda, decidió vivir tranquilo en la ciudad de sus amores hasta que dobló la servilleta en noviembre de 1969.