
Nikolai Rutkovsky
Rusia, 1892–1968
Una de las figuras clave de Realismo Socialista Soviético fue Nikolai Christoforovich Rutkovsky, pintor, artista gráfico, escenógrafo, decorador y profesor de arte.
Nació en Letonia y pronto se vio su talento artístico. Estudió con el simbolista Nicolás Roerich, pero a él le iban temas menos simbólicos, quizás estaba más apegado a la realidad. Estudió después en las mejores ecuela de arte del Imperio Ruso y con la llegada de la Revolución no quiso perder su tren y se hizo membro de la Asociación de Artistas de la Rusia Revolucionaria hasta finales de la década de 1920.
A partir de ahí enseñó «pintura monumental» en el Instituto de Pintura, Escultura y Arquitectura.
En esos años (1930–1950) se hizo un arte en la Unión Soviética que hoy es visto como algo casi controvertido. Un arte explícitamente propagandístico, regulado por el estado, para extender el espíritu del socialismo.
El realismo socialista se convirtió, por así decirlo, en el arte obligatorio. Aunque tenía mucho de socialista (desde el punto de vista de Stalin y su culto a la personalidad), tenía bastante poco de realista.
Noikolai Rutkovsky supo hacer muy bien su trabajo: un arte comprensible para las grandes masas, benévolo con los líderes del Partido, y haciendo una evidente apología de la industrialización, el ejército, la juventud y el deporte. Suena un poco nazi la cosa.
Una utopía que poco tenía de experimental, ni en la forma ni en el fondo. De hecho, el arte de Rutkovsky se acerca bastante a neoclasicismo.
Eso, por supuesto, no supone que sea un arte malo. Al contrario. Es una pintura técnicamente excelente y extremadamente interesante a nivel histórico.