Valentine Schlegel
Francia, 1925–2021
«Adoro lo excepcional de lo cotidiano. Todo comienza con el movimiento».
Valentine Schlegel, nacida en Sète, Francia, en 1925, fue una escultora, ceramista, diseñadora y docente cuyo arte trasciende categorías convencionales. Desde joven mostró una conexión profunda con su entorno mediterráneo, influencias que marcaron su obra, caracterizada por formas orgánicas y una funcionalidad poética. Aunque durante mucho tiempo permaneció en la sombra, en los últimos años su legado ha comenzado a recibir el reconocimiento que merece.
Schlegel inició su formación artística en la École des Beaux-Arts de Montpellier antes de trasladarse a París en 1945. Allí se sumergió en la cerámica, creando piezas que oscilan entre lo funcional y lo escultórico. Sus primeros trabajos, como jarrones de formas antropomórficas y vegetales, evocan a Jean Arp y Henry Moore, pero con un lenguaje visual único. En 1959, su práctica dio un giro innovador: comenzó a diseñar y construir chimeneas escultóricas de yeso, que combinaban utilidad y belleza, un sello distintivo de su obra.
Schlegel compartió una estrecha amistad con la cineasta y artista Agnès Varda, con quien colaboró en su primera película, La Pointe Courte (1955). Ambas nacieron en Sète y compartieron un amor por el mar y una vida al aire libre que se reflejó en sus trayectorias artísticas. Mientras Varda exploraba la fotografía y el cine, Schlegel consolidaba su enfoque en la escultura y la cerámica, desafiando los límites entre arte, diseño y arquitectura.
La artista fue también una destacada docente en el Musée des Arts Décoratifs de París, donde fundó el taller de modelado para jóvenes. Allí transmitió su pasión por la cerámica y el diseño a generaciones de artistas entre 1958 y 1987.
A lo largo de su carrera, Schlegel creó un centenar de chimeneas como la que construyó para el apartamento parisino de la actriz Jeanne Moreau, integrando elementos como estantes y bancos, logrando que cada pieza dialogara con el espacio arquitectónico. Inspirada por los veleros del Mediterráneo, estas chimeneas se convirtieron en su obras más icónicas, aunque también exploró otros objetos cotidianos como utensilios, cuencos y ropa.
Valentine Schlegel vivió plenamente como una poeta visual y pensadora libre. Su obra, profundamente arraigada en la artesanía mediterránea, redefine la conexión