Hans/Jean Arp
Alemania, 1886–1966
Esquizofrenia franco-prusiana hasta en su nombre: De Hans Arp cuando Alsacia era alemana pasó a llamarse Jean Arp cuando fue recuperada por los franceses en la Gran Guerra.
Dividido, estudió arte en ambas naciones (en París y Weimar) hasta que en 1915 decidió ir a Suiza, que era una mezcla de los dos países y además un lugar cómodamente neutral. Allí en Zúrich montaría el movimiento Dadá.
Su herramienta casi siempre fue el yeso, que después se transfería a piedra o bronce. Su arte mezcla las técnicas surrealistas del automatismo y las imágenes oníricas con el concepto dadaísta de azar, dando lugar a sus características formas orgánicas, conocidas como escultura biomórfica. Con ellas, el dadaísta Arp afirmaba algo muy sensato: lo orgánico es el principio formativo de la realidad.
Y si lo pensamos, nada más abstracto que lo orgánico, por lo que sus características formas amorfas fueron de las primeras en deslizarse por los terrenos casi vírgenes del arte abstracto, y después serían imitadas hasta la saciedad incluso por él mismo.
Como buen dadaísta, Arp jugueteó con la idea de azar. Suyas fueron técnicas como cortar papeles de colores y lanzarlos al aire dejándolos caer para que la composición resultante fuera del todo arbitraria. Pero Arp, no veía caos en el azar como otros de sus colegas. Más bien consideraba al azar como una especie de ley de la naturaleza.