Torso de los Pirineos
Lo orgánico es el principio formativo de la realidad.
Hace 100 años, en plena guerra mundial, Arp se va a la neutral Suíza.
Ahí hizo dos cosas: meterse en el grupo dadaísta de Zurich y librar del servicio militar.
Para evitar ser reclutado tomó el papeleo que le dieron y, en el primer espacio, escribió la fecha. En el resto de espacios en blanco escribió lo mismo, luego trazó una línea por debajo y cuidadosamente las sumó.
Se quitó toda la ropa y marchó como militar con los papeles en la mano.
Los reclutadores le dijeron que se marchara a casa.
¿Quien sabe? Si no hubiera pasado por loco, no conoceríamos su obra que va del dadaísmo al surrealismo, y finalmente a la abstracción.
Hacia 1929, el Arp comienza a realizar obras esculturas de sugerentes formas redondeadas. Creadas en yeso para ser vaciadas en mármol y bronce, llamó a sus figuras “concreciones”.
Esas formas biomórficas quiso dejar algo claro: lo orgánico es el principio formativo de la realidad.