Eros y Psique
Uno de los besos más famosos de la historia del arte.
Llamada también Psique reanimada por el beso del amor, e incluso la muy adecuada El beso, la de Canova es un escultura neoclásica en mármol que representa la bella historia de Cupido y Psique de las Metamorfosis de Apuleyo (quien quiera profundizar puede ir directamente aquí al texto clásico).
Psique era muy guapa y Afrodita, siempre celosa, envía a su hijo Eros (AKA Cupido) para que le lanzara una flecha y que se enamorarse del hombre más feo del mundo. Sin embargo, fue Eros el que se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar.
Sabiendo como era su madre, decidió esconder a su amada en la oscuridad, donde la pobre chica no pudo ver su rostro, pero aún así sucumbió a los encantos de su alado secuestrador. Pero evidentemente, la muchacha no pudo resistir la curiosidad y una noche encendió una lámpara para ver la cara de Eros.
Con tanta excitación, una gota de aceite hirviendo de la lámpara cayó sobre la cara de Eros dormido, que muy enfadado (ser sensible) abandona a su amante por destrozarle su bello rostro.
La pobre Psique removería cielo y tierra para volver con Eros y sin comerlo ni beberlo acaba en el mismísimo infierno donde consigue una caja llena de «sueño estigio», y al abrirla cae en coma.
Eros, que después de todo estaba enamorado, fue a ver a su amada y de un beso «limpió el sueño de sus ojos», prometiendo que jamás la abandonaría. Ambos vivirían felices para siempre y hasta la mismísima Afrodita bailaría el día de su boda.
Un final feliz, que, Canova, considerado el mejor escultor neoclásico y amante de todo lo que sonara a griego, acabaría plasmando con exquisitos resultados en esta espectacular escultura.