Desnudo masculino sentado
(Autorretrato)
Conocido también como "Desnudo amarillo".
El artista austríaco Egon Schiele realizó a lo largo de su carrera muchísimos autorretratos, todos ellos con evidente fascinación por la sexualidad.
El sexo era uno de los grandes temas de la sociedad vienesa de principios del siglo XX. Las teorías de Sigmund Freud estaban causando furor y Schiele quiso rebelarse también contra la represión sexual imperante.
Los autorretratos de Schiele (realizó más de 100) fueron increíblemente polémicos: en muchos de ellos se representa con el pene erecto o directamente masturbándose, cuando no en pleno coito.
Aquí lo vemos extremadamente delgado con una de sus típicas poses de contorsionista y algunos miembros «amputados» (los pies no están inacabados, sino explícitamente eliminados).
Según cuentan, Schiele era un hombre «excepcionalmente apuesto», que cuidaba su aspecto y «no llevó barba ni un día de su vida», algo que contrasta con su estilo pictórico expresionista, que sacrifica la belleza en favor de la expresión.
Los trazos caligráficos y la mímica en las poses llevan más allá las ideas sobre línea y dibujo de Klimt y sobre simbolismo de Hodler, dos de sus referentes.
El cuerpo amarillento parece flotar en una postura antinatural y podría servir tanto para distanciarse de la realidad, como para perturbar al espectador revelando la oscuridad del interior del retratado, o más bien del autorretratado.
Desde luego autorretratarse, esta búsqueda de «el propio yo», es normal e incluso necesaria en un artista, pero la exaltación del propio ego en caso de Schiele es quizás excesiva, incluso representándose como lo hacía en un estado ruinoso y mostrando sin tapujos sus trastornos psicosexuales.
Cierto narcisismo en un artista es imperativo. También lo es cierta autocrítica… Ténganlo en cuenta para futuros selfies ante un espejo o retorciendo los morros en posturas antinaturales.