Casas y pinos cerca de Mödling
Schiele "flota" sobre la ciudad que le sirve de modelo.
Mödling es una ciudad de la Baja Austria, muy cerca de Viena. Ahí se iba Schiele a dibujar cuando necesitaba plasmar algo más que gente desnuda en poses retorcidas.
Los paisajes y las vistas urbanas de Schiele son pequeñas maravillas. Son más sencillos que sus retratos, mucho más técnicos, pero el cuerpo humano no parece salir de la mente del artista, y a veces algunos de sus paisajes parecen adoptar incluso rasgos antropomórficos.
Yo pinto mejor a partir de los recuerdos, como visión del paisaje. Ahora observo sobre todo los movimientos corporales de las montañas, el agua, los árboles y las flores. Por todas partes le recuerdan a uno movimientos similares a los del cuerpo humano, sentimientos similares de alegrías y penas en las plantas.
En paisajes como este, Schiele renuncia a la descripción del entorno o a una topografía verificable. Se centra más bien en la «mímica» de las casas, y lo hace desde un punto de vista elevado, casi a vista de pájaro. Quizás esto se puede interpretar como una forma de evadirse de la ciudad (Schiele se consideraba un «chico de campo»), o quizás para distanciarse de las cosas y ser más objetivo. Schiele «flota» sobre la ciudad que le sirve de modelo.
El caso es que este punto de vista da un efecto desestabilizador que dista mucho de la objetividad. Más aún si elimina parte de los elementos y se queda con sólo los interesantes para la composición. Incluso selecciona y colorea algunos elementos concretos. Por ejemplo, colorea una casa con ese cálido rojizo, pero deja el tejado incoloro.
Como vemos, la composición es muy pesada en la parte inferior, con objetos que comienzan a formarse lentamente y desaparecen a medida que subimos.
Es casi como flotar.