Egon Schiele
Austria, 1890–1918
Egon Schiele, discípulo de Klimt y admirador de Hodler, llevó las premisas de ambos a un expresionismo radical. Defensor ante todo de la individualidad del artista, pocos artistas han sido más individuales que Schiele.
Fue casi exclusivamente un dibujante de la figura humana (incluída una obsesión por el autorretrato). Schiele analiza el cuerpo humano arrasando con cualquier convención cultural e incluso moral de esa época. Así mismo, le interesa la sexualidad, a veces rozando la pornografía más que el erotismo.
Durante sus primeros años de carrera demostró talento artístico, y empezó a pintar sus dichosos autorretratos. En 1906 ingresa en Bellas Artes en Viena, donde se empieza a ahogar en ese ambiente demasiado conservador, todo lo contrario de lo que debería ser la creatividad, así que se «escapa» para formar su propio grupo: Neukunstgruppe (Grupo del nuevo arte).
Conoce así a Gustav Klimt y se introduce con él en la Secesión vienesa, cuyo lema es: «A cada época su arte y al arte su libertad». Abandona el rígido estilo de la Academia y se vuelve expresionista, comenzando a distorsionar agresivamente los desnudos. Le da absoluto protagonismo al dibujo y a la línea.
Por supuesto este nuevo camino pareció no gustar a nadie y Schiele decide irse de Viena. Conoce a Valerie (Wally) Neuzil de 17 años que se convertirá en modelo y amante. De hecho, en el nuevo pueblo, los vecinos empezaron a comentar lo jóvenes que eran las modelos de ese «tipo raro». Aunque dibujaba a todo aquel que aparecía por su puerta, la poses con las que dibujaba a los niños que se acercaban a su casa eran, cuanto menos, polémicas.
Y es que Schiele tenía verdadero amor por el desnudo. Eran los suyos desnudos duros y agudos, con líneas cortantes e incisivas, pero no sólo físicos: la profundidad psicológica de los retratados va más allá de cualquier sexualidad. Las figuras son extremadamente delgadas con poses antinaturales, ojos desorbitados y manos deformes, retorciéndose no se sabe si de dolor o de lujuria.
El artista escapa de todo naturalismo, tanto en línea como en color (usaba acuarela). Tampoco hay fondos… La figura está sola. Schiele retrata muy bien la angustiosa soledad. Esto se ve en sus autorretratos que demuestran que fue uno de los artistas que más observó «su propio yo», cada vez más deforme y con poses más extravagantes y gestos más expresivos.
También produce, aunque a mucha menor escala, algunos paisajes entre el expresionismo y la abstracción, que al igual que sus figuras, supuran emociones.
En 1912 es acusado por corrupción de menores. La sentencia fueron tres semanas en la cárcel y la quema de uno de sus dibujos «porno». Quizás lo que peor llevó el artista fue la tortura y el pelo rapado.
Schiele aprende y se casa, no con Wally, sino con la rica Edith Harms, pero todavía sigue viéndose con su antigua amiga, que siguió posando para él, y seguramente con varias más.
En 1918 dos cosas suceden en Viena: los últimos alientos de la Primera Guerra Mundial y una terrible epidemia de la gripe española que deja más de 20 millones de muertos en Europa.
Tanto el artista como su mujer embarazada murieron por la enfermedad en octubre del mismo año.