Autorretrato con camisa de rayas
Mapa psicológico del ser humano en época de crisis.
Egon Schiele fue uno de los artistas más influyentes del Expresionismo. De la mano de su admirado Gustav Klimt se incorporó a la Secesión vienesa, una corriente novedosa que rompía con los academistas que impartían cánones de belleza clásica y a los que Schiele abandonó. Las innovaciones pictóricas en los atrevidos cuadros del artista crean nuevos senderos en el arte y en el Expresionismo. La obra del austriaco es un mapa psicológico del ser humano en una época de crisis, pero subrayando su propia complejidad. Una metáfora de su esencia.
A inicios del siglo XX, Schiele empieza a desarrollar una visión del ser humano de camino hacía una innovadora modernidad en el arte. Es una evolución iconográfica de cuerpos retorcidos y angulosos, personajes de expresiones exageradas, desnudos eróticos que rozan lo pornográfico y que son el paradigma de la propia existencia del pintor. Un arte libertino e impactante que angustia y exime a partes iguales.
El narcisismo obsesivo del artista austríaco hizo que pintara casi un centenar de autorretratos en los que encontramos Autorretrato con camisa de rayas del 1910, éste fue el último de sus retratos más formales y naturalistas. Aunque no estamos ante una obra exagerada, angulosa y erótica que Schiele acostumbraba a plasmar, en ella podemos observar las líneas de contorno bien marcadas en las que la influencia de Klimt se deja intuir.
Como en todas las pinturas expresionistas, Autorretrato con camisa de rayas carece de perspectiva, pero los colores, el peinado tan actual, la camisa blanca con las mangas a rayas y el cuello de la camisa tipo mao, aportan todavía más personalidad a la expresión del rostro. Egon Schiele se representa en este busto, en primer plano, como protagonista único de la obra. Su mirada penetrante y llamativa parece interrogar al espectador y es una de sus señas artísticas en todo sus retratos y autorretratos. Miradas que parecen que el autor se cuestiona, a la vez, que invita a que el espectador haga lo mismo.
En Autorretrato con camisa de rayas, Egon Schiele pone un punto y aparte en su arte más formal y encorsetado para lanzarse a un Expresionismo más radical y personal en una etapa de madurez plástica.