Desnudo sentado
La erótica cortada.
Schiele realizó infinidad de estudios de desnudos femeninos en el año 1910, como parte de su preparación para dos pinturas al óleo de gran formato sobre este tema que le había encargado el arquitecto Josef Hoffmann, una de las figuras más importantes del Sezessionsstil (el Modernismo vienés).
En esta ingente cantidad de acuarelas que Schiele pintó, se muestra la increíble libertad artística de un extraordinario dibujante, que estaba experimentando como un auténtico loco.
Todo indica que el artista utilizó como modelo a su hermana menor Gerti Schiele y la vemos en todo tipo de poses y actitudes. Pero siempre la figura femenina es la protagonista. Schiele deja el fondo en blanco, lo que no quiere decir que no le dé importancia. El fondo es fundamental en la composición, una parte importantísima del estilo expresionista del dibujante. En un formato explícitamente vertical, la figura flota en el papel, sentada en una silla inexistente, construida con ese exquisito y extraordinario dominio de línea.
Llama la atención que a Schiele no le importa lo más mínimo cortarle la cabeza —y parte de un pie— a su figura. Esas «amputaciones» eran muy habituales en los bocetos del artista, pero también se ve en sus obras finales. Es como si los límites del soporte no le importaran a un artista sin límites creativos.
Eso sí, Schiele no renuncia a mostrar esa increíble mirada de la modelo, cuyos ojos también se salen del dibujo para clavarse en nosotros.