Wojciech Kossak
Polonia, 1856–1942
Hijo y padre de pintores, Wojciech Kossak fue un pintor polaco, aunque nació en París la nochevieja de 1856. Su hermano gemelo, por cierto, nacería poco después, en 1857.
Su primer profesor de Wojciech fue su padre, el ilustre Juliusz Kossak, pero más tarde se iría a la también ilustre Escuela de Bellas Artes de Cracovia y más tarde aún a la Academia de Bellas Artes de Munich, aunque paró sus estudios durante un año para hacer el servicio militar. Y precisamente su estancia en el ejército le debió gustar, pues desde entonces Wojciech se convirtió en pintor casi exclusivamente de temas militares.
Empezó haciendo retratos de comandantes, ilustrando revistas militares, y poco a poco fue ganando oficio para meterse en cuadros de batallas y demás temas más grandes que la vida. A Kossak no se le daba mal la historia y destacaba en detalles como el vestuario, de una enorme verosimilitud. Otro rasgo característico del arte de Kossak fue su amor por los caballos, que pintó con gran habilidad.
Wojciech Kossak gozó de gran popularidad en vida. Miembro de la jet set de Cracovia, en su casa se reunía lo más granado de la cultura polaca. Pero a pesar de las muchas fiestas, Kossak fue endiabladamente trabajador y prolífico no: lo siguiente. Sus cuadros son incontables.
Al final de sus días presenció la invasión de los putos nazis. La guerra de pronto había perdido ese romanticismo. Sin embargo no dejó de pintar, aunque se negó a trabajar para los alemanes (incluido un retrato del pedazo de mierda de Hans Frank, algo que le pudo haber costado caro)
El día de su muerte pidió que le pusieran pintura en la paleta. No pudo levantarse, pero ganas de pintar no le faltaron hasta el final. Murió rodeado de su familia.