Navidad del soldado
Noche de paz.
En esa Nochebuena, nuestros muchachos en las trincheras comenzaron a cantar villancicos… Y desde las trincheras rusas, los polacos, muchos de los cuales están en las divisiones siberianas, recogieron la letra de la canción y ésta se elevó hacia el cielo desde ¡Dos trincheras enemigas!
Składkowski F. S. [1]
En las navidades de 1914 se produjo la sangrienta batalla de Łowczówek, conocida como las «Termópilas polacas». La Galicia polaca (entre Prusia y Rusia) sufrió varios días de muerte y destrucción propios de la I Guerra Mundial que se pararon un momento antes del anochecer del 24 de diciembre, cuando el silencio se apoderó del campo de batalla e inundó las trincheras de ambos bandos. De pronto, se empezaron a oír canciones de ambos lados y por un momento, fue como si no hubiera guerra… hasta el día siguiente, cuando los rusos atacaron con todas sus fuerzas.
El pintor de historia (especializado en guerra) Wojciech Kossak decide documentar esta bonita historia en una obra que casi no tiene nada que ver con la mayor parte de sus pinturas. Una imagen muy simbólica de lo que son las navidades: paz y amor… durante un rato. Después, vuelta a lo mismo.
Los soldados se olvidan por un momento del frío, el miedo y el hambre y decoran el arbolito, mirando al cielo e imaginándose que esa luz en el cielo es la estrella de Belén y no un obús.