Mercado parisino
El maestro de Les Halles.
A finales del XIX, pintores, poetas y escritores paseaban a menudo por el mercado de Les Halles de París fascinados por su diverso microcosmos. Era como un zoológico humano en el que se podía ver todo tipo de gente, donde se podía oler todo tipo de aromas, escuchar todo tipo de sonidos, donde se podía vender todo tipo de productos.
Uno de los artistas que siempre pululaba por ahí era un tal Victor Gabriel Gilbert, que muy pronto se hizo conocido como el «maestro de Les Halles». Gilbert pintó este mercado en innumerables ocasiones y retrató con meticulosidad naturalista los puestos de flores, de verduras, carnes, pescados… Y casi podemos oler esos productos en la pintura.
El novelista Émile Zola retrató con palabras el mercado en Le Ventre de Paris (1872). Gilbert, adscrito también al Naturalismo, lo tradujo a pintura.
En esta imagen podemos ver los puestos de verduras y de carnes, todo un ejemplo de buena naturaleza muerta, pero también retrata el ajetreo y el bullicio de las actividades cotidianas trasladadas a una miniatura que resume a toda una gran ciudad. Un paisaje urbano con sus habitantes retratados detallada y fielmente.
Gilbert parece describir en esta escena el momento en el que todos los clientes se han ido y los comerciantes se quedan para disfrutar de su ocio. Los carniceros beben y juegan a las cartas, la florista decora el sombrero de una cliente y un grupo de gente de toda clase ve como una joven juegan al juego del palet.