Andrey Remnev
Rusia, 1962
Andrey Remnev (Андрей Ремнёв) se pasó la juventud copiando a los antiguos maestros en los museos de Moscú. Su obra, profundamente rusa pero universal a la vez se inspira en toda la historia del arte de su país, desde los constructivistas a los iconos medievales rusos, y también la historia del arte universal (el Renacimiento italiano por ejemplo) consigue con ello una pintura atemporal y mágica.
Andrey nació cerca de esa Moscú soviética de los años 60. En un entorno semi-rural, pudo ver la ciudad desde su ventana todos los días y al mismo tiempo visitar el monasterio de San Andrónico de Moscú, donde mamó la antigua pintura rusa de los siglos XV al XVII, entre la que destacaba la de Andrey Rublev (1360–1427).
Como cualquiera de estos iconos rusos, su obra es decorativa, muy colorida, monumental y encierra un profundo simbolismo. Además sus técnicas copian a las de los antiguos maestros, creando pigmentos con témpera de huevo y colocando después pintura al óleo.
Una de las características de su arte es la evidente semejanza con las composiciones de los iconos rusos, pero también del constructivismo de los años veinte y esta extraña pero poderosa mezcla hizo de su estilo algo muy reconocible. Remnev es admirado en todo el mundo.
Entre lo más clásico y lo más moderno, no podríamos encajar en ningún estilo concreto su arte… ¿Realismo mágico? ¿Neobizantino? ¿Nueva figuración? ¿Nuevo Prerafaelismo…?. No importa.