Antonio Gisbert
España, 1834–1901
Antonio Gisbert Pérez fue un pintor historicista español y además director del Museo del Prado a finales del siglo XIX. Entre el romanticismo y el realismo, su arte muestra una historia idealizada, pero también científica, sin dar la espalda a los problemas políticos y sociales de su tiempo, aunque sin renunciar al complejo pasado de su país. Algunos lo llamaron «realismo retrospectivo».
Lógicamente fue un académico de tomo y lomo, y estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Como no, viajaría a Roma y París para completar su formación, y una vez acabada se dedicó a su gran pasión: pintar cuadros de historia. Como no, se llevó premios, aplausos y palmaditas en la espalda de lo más acartonado de la Academia. Un tipo aplicado este Gisbert.
Como dictaban las tendencias de la segunda mitad del XIX en España, molaban los grandes cuadros de grandes acontecimientos históricos y Gisbert los llevó a su terreno, el liberal. Pero no liberal como algunos se autodenominan hoy en día, sino de los de las Cortes de Cádiz de 1812, de estos dispuestos a llevar un balazo en el pecho como Torrijos en las playas de Málaga.
Además de historia también pintó retratos y algún que otro cuadro costumbrista, aunque siempre permaneció impermeable a los nuevos estilos como impresionismo, permaneciendo en su estilo que podríamos llamar conservador.