
Édouard Vuillard
Francia, 1868–1940
Édouard Vuillard fue miembro de los nabis, junto a sus colegas Maurice Denis, Pierre Bonnard y Paul Sérusier, las cuatro patas de la mesa.
Vuillard iba a seguir los pasos de su padre militar, pero en 1885 va a clases en la Académie Julian y conoce a la gentuza que lo meterá en el pérfido mundo del arte. En 1888 es admitido en la École des Beaux- Arts, pero como todo hijo de militar, Vuillard es un poco rebelde y prefiere seguir a esos hippies llamados nabis, que deambulan entre el Impresionismo y el Simbolismo, idolatran a Gauguin y se interesan por lo oriental y lo atípico.
La observación de la naturaleza ya no importa demasiado. Ahora hay un filtro interior que hay que escuchar. Vuillard reduce las formas y colores y pinta con el corazón.
En 1901 Vuillard expone por vez primera en el Salón de los Independientes y en 1903 en el Salón de Otoño. Empieza a recibir encargos y su bolsillo empieza a llenarse un poco, misteriosamente dejando de ser tan espiritual.
Sin embargo es un artista genial. A Édouard Vuillard le gustaba pintar interiores. Escenas domésticas de la vida cotidiana burguesa donde prestaba atención a los colores y a los estampados de ropa y muebles. Eso llevado a su pintura se convertía en algo muy especial.
Vuillard muere tras la invasión nazi de 1940. Putos nazis.