Evarist Basiana
España, 1893–1967
Evarist Basiana y Arbiel, hijo predilecto de Manresa (Cataluña), fue uno de los primeros en promocionar el arte moderno en esta comunidad.
Basiana nació en Tàrrega, pero cuando tenía dos años se fue con su familia a Manresa. Estudió ahí, y después en Barcelona, donde entró en contacto con el grupo del Niu Artístic, se tomó sus copas en Els Quatre Gats y viajó a París, donde pudo ver con sus propios ojos el arte nuevo e inédito que estaban haciendo por ahí Picasso y compañía.
En 1923 volvió a Manresa y se estableció ahí definitivamente con su plaza de profesor en la Escuela Municipal de Artes y Oficios. Ahí le daría clases a las futuras generaciones de pintores manresanos, que podríamos calificar de sus discípulos.
Con su pintura, Evarist Basiana no dejó de experimentar con esas modernas corrientes artísticas que se hacían en Europa, y las tocó casi todas: cubismo, futurismo, surrealismo… Y formó parte activa de numerosos grupos artísticos de su ciudad, incluso durante el franquismo, pese a que le fue quitada su plaza como profesor por sus ideas catalanistas.
Basiana tocó infinidad de estilos, géneros y técnicas, que fueron una influencia fundamental en el arte que se hacía en Manresa, considerada por muchos por su importancia y población como «la capital de la quinta provincia de Cataluña».