Henry Moore
Reino Unido, 1898–1986
Henry Spencer Moore fue un escultor abstracto inglés que produjo unas características esculturas en bronce y mármol que se pueden ver hoy a lo largo y ancho del mundo. Es pues una de las figuras más importantes de la escultura moderna y una de las más populares dentro del arte público.
Moore nació en una familia minera de Castleford (Yorkshire del Oeste). Henry fue el séptimo de ocho hijos y con once años ya tenía clara su vocación tras oír hablar de Miguel Ángel.
Moore primero siguió estilo romántico típico de la época victoriana, pero posteriormente fue desarrollando un estilo propio, que se asemejan a abstracciones de la figura humana formadas por espacios vacíos y formas onduladas. Algunos afirman que están inspiradas en los paisajes de Yorkshire, su lugar de origen.
Henry Moore realizaba varios bocetos y dibujos antes de crear cada escultura. Fueron importantísimos para su proceso de creación y suponen obras de arte en sí mismos. Incluso cuando empezó a padecer artritis, continuó dibujando.
Tras la Segunda Guerra Mundial las esculturas de Moore se volvieron cada vez más grandes, que podemos calificar de arquitectura escultórica.
Sus principales influencias fueron las estatuas toltecas y mayas (que había visto en el Louvre y lo introdujeron en la abstracción), varios artistas renacentistas y góticos, pintores primitivos como Giotto y por supuesto Miguel Ángel, su gran ídolo.
Moore le daba a sus esculturas títulos bastante sencillos, sin sombra de pedantería o prepotencia (Wall Relief no. 1, Reclining Figure, Family Group, The Archer…). Cuando una de sus sobrinas le preguntó por qué sus esculturas tenían títulos tan simples, Moore respondió:
Todo el arte debería tener cierto misterio y debería exigir algo del espectador. Darle a una escultura o dibujo un título demasiado explícito se lleva parte de ese misterio, por lo que el espectador pasa al siguiente objeto sin tratar de considerar el significado de lo que acaba de ver.