Figura reclinada
Volúmenes y vacíos componen esta figura femenina.
El escultor Henry Moore realizó un sinnúmero de obras tituladas Figura reclinada que representan a figuras femeninas acostadas, inspiradas según el propio autor en las esculturas primitivas que estudiaba en sus frecuentes visitas al British Museum (aquí un ejemplo de este tipo de arte… creo que el paralelismo es más que evidente).
Las típicas formas redondeadas de Moore se ven más que nunca en esta monumental mujer reclinada en el jardín del museo (Moore hacía esculturas para dialogar con el paisaje, algo que en mi opinión se está perdiendo bastante), además de mostrar su característico estilo orgánico y morfológico, que roza la abstracción.
Las figuras femeninas de Moore presentan muchas curvas, y no menos contrastes entre lo cóncavo y lo convexo, por lo que consigue que veamos las estructuras y volúmenes internos de la estatua a través de varios huecos y agujeros.
Henry Moore empezó sus primeras “figuras reclinadas” en los años 20 del siglo XX, siguiendo una tradición escultórica de la historia del arte, ya que la figura reclinada se asociaba a sensualidad, belleza ideal y erotismo de la mujer, aunque Moore le añada la contradictoria imagen de lo robusto y lo compactos.
Con ello consigue transmitir desde lo sensual y frágil a lo monumental y sólido, desde lo más moderno a lo más arcaico de la historia del arte.