Caridad Romana
Dos desnudos contrastados: la mujer turgente y el hombre arrugado.
El tema de «Caridad Romana» fue muy frecuente en la pintura barroca. Perteneciente a la cultura clásica, esta iconografía empieza con el escritor Valerio Máximo y su «facta et dicta memorabilia», donde cuenta la anécdota de una joven cuyo padre es condenado a muerte. Las autoridades le permiten entrar en la cárcel, y la chica da de mamar a su padre a escondidas. Al final, las autoridades se enteran, se conmueven y la siempre generosa Roma acaba perdonando al condenado.
Son evidentes las razones del porqué este tema tuvo tanto éxito entre los artistas de varios siglos (recordemos en el siglo XX el final de «Las uvas de la ira»)… Aparte de ser una excelente excusa para mostrar rollizos cuerpos femeninos, el artista podía demostrar su pericia técnica, contrastando los dos desnudos de mujer turgente y el de hombre arrugado.
Y quizás por ello pintó Rubens este suceso en al menos dos ocasiones: Era uno de los mejores pintores de Europa (también emisario, espía y creador del moderno mercado del arte y la cadena de montaje del arte, pero eso es otra historia…) y si algo le gustaba pintar eran generosas mujeres rebosantes de carnalidad.
Los modelos de belleza y moral cambian radicalmente en cuestión siglos: la sociedad actual no asocia como en aquella época la belleza con la carnalidad, y una escena como esta no se podría ver en escuelas o redes sociales, disolviéndose todo atisbo de solidaridad, que es de lo que en realidad habla la pintura.