Cabeza de medusa
El Rubens más desagradable... ¡Nos encanta!
Medusa era una doncella muy guapa, «la celosa aspiración de muchos pretendientes» según Ovidio. Pero un día Poseidón, el Dios del mar, la violó en casa de Minerva y encima de esto, la pobre Medusa sufrió ella el castigo divino por parte de la Diosa. Minerva culpó a Medusa y convirtió sus hermosos rizos (conocidos en todo el país) en serpientes y dotó a sus ojos del poder de convertir en piedra a todo el que la mirase. ¡A ver si ahora seguía con ganas de andar provocando…!
Pobre Medusa.
Después del incidente con Perseo, la pobre chica perdió literalmente la cabeza, pero algo que no sabía nadie es que aún después de cortarse, la cabeza de Medusa podía seguir convirtiendo en piedra al incauto que la mirase.
Eso es lo que nos muestra el genial Rubens en este fascinante cuadro, entre la repulsión y la atracción: una cabeza que no podemos dejar de mirar aún provocándonos un profundo desagrado. La mirada de ella lo dice todo.
Todo tipo de bicherío sale de la cabeza recién amputada de Medusa: serpientes, insectos, gusanos, arácnidos, reptiles… Hasta una simpática salamandra y un mortal escorpión. ¡Menuda fauna…!
Si nos fijamos, incluso existe también una serpiente de dos cabezas.