John Brack
Australia, 1920–1999
Un artista absolutamente universal, pero a la vez exclusivamente australiano. Así es John Brack, miembro del grupo australiano de Las Antípodas, que en los años 50 rechazaron el expresionismo abstracto y se consagraron a un arte figurativo que podía ir del expresionismo cercano a Chagall de Charles Blackman al que podríamos considerar una especie de Pop Art en John Brack.
Brack era natural de Melbourne. Decidido desde la infancia a ser poeta, su destino se vio frustrado al descubrir una reproducción de «Café de Noche» de Van Gogh en una librería. Desde ese día decidió estudiar arte en la National Gallery School, aunque en buena parte fue un artista autodidacta.
En su treintena, ya abandonada su etapa de aprendizaje (destruiría parte de sus cuadros de juventud) quiso retratar de alguna forma a su país, pero huyendo de tópicos, mostrando simplemente escenas cotidianas, con un estilo muy simple que puede recordar al cómic. Escenas típicas de las calles, tiendas y bares en Melbourne, donde en ciertas horas siempre pasan las mismas cosas. Un realismo muy frío y cáustico que capta a la perfección la condición humana.
No falta la crítica social en su trabajo. Un humor seco y sardónico que trasciende de lo australiano para hacer que todos nos sintamos identificados, aún reconociendo el exotismo de un artista en las antípodas. Es lo que tiene el Pop, que lo identificamos globalmente. La vida moderna, tan absurda muchas veces, la vida urbana, tan estéril en lo social, la vida familiar, tan aburrida a veces…
Brack retrata al australiano gris (ocre, en su caso): los mismos clientes del pub a la misma hora, la gente saliendo del trabajo en la misma dirección a la misma hora, escaparates con productos de consumo occidental, y muchas veces los clientes reflejados en sus cristales, familias marchitándose en sus hogares…