Roy Lichtenstein
Estados Unidos, 1923–1997
El pintor y escultor que expolió del cómicpara convertirlo en material de museo.
Roy Lichtenstein fue una de las figuras clave del pop norteamericano y como tal sacó la inspiración para su obra tanto del arte popular: anuncios comerciales, revistas, comic…; como de la historia del arte tradicional: Art Decó, cubismo, expresionismo abstracto (en el que militó al principio de su carrera)…
La obra de Lichtenstein se caracteriza por su ironía (es algo de lo que los artistas pop presumían, a veces disfrazado de snobismo o superficialidad…), el uso de puntos benday (utilizados en artes gráficas) y colores industriales, el lenguaje del cómic(onomatopeyas, viñetas, narrativa) y el dominio de la línea.
Lichtenstein se inició en el expresionismo abstracto de moda, pero pronto se unió al resto de la guerrilla pop para rebelarse contra lo abstracto y utilizar la figuración. Además, una figuración cuanto más popular y mecánica, mejor.
Desde luego no existía en 1958 nada más popular y mecánico que un cómic, así que Lichtenstein decidió que iba a crear imágenes comerciales de producción masiva.
Eso sí… se reproduce a mano lo que parece que hizo una máquina.
Esas imágenes eran fieles retratos de la sociedad de consumo y de la cultura de masas, que pueden ser o no una crítica del mundo contemporáneo, una idealización o una sátira de la sociedad capitalista occidental.
Esa ambigüedad entre la crítica y la admiración, entre la burla y el respeto es típica del arte pop, que juega cínicamente a una mascarada.
Neoyorkino de nacimiento, Lichtenstein vivió (en) esta ciudad, capital de todo lo que representa el pop, y en ella moriría a los 73 años, consagrado como un artista que vendió cuadros por más de 40 millones de euros.