Magnus Enckell

Knut Magnus Enckell, el primer artista finlandés que pasó del naturalismo para emprender nuevos caminos artísticos, como se estaba viendo en el resto de Europa. Enckell abrazó el Simbolismo y su arte se caracterizó por un misticismo y espiritualidad y por la utilización de una paleta de colores cada vez más brillantes. Fue le suyo un arte colorido.

En 1889, con 19 años, Magnus Enckell comenzó sus estudios artísticos en Helsinki, donde aprendió con sangre, sudor y lágrimas el arte naturalista como Dios manda. En 1891 viajó a París, donde estudió con Jules-Joseph Lefebvre en la Académie Julian. Ahí conoce la obra de Puvis de Chavannes, el gurú del Simbolismo, que —junto a varios literatos simbolistas— lo infectaron con esta nueva corriente cultural. El naturalismo dejó de existir. Ahora podía plasmar el mundo a su manera, mucho mejor.

Además de este trascendental viaje a Francia, Magnus Enckell viajó al Reino Unido y a Italia (ahí aprendió el fresco y el temple). En cada lugar tomaría algo prestado para su arte.

Enckell quería rebelarse contra la moral de la época. Después de todo, se cree que era homosexual (su obra erótica habla por sí sola), aunque este hecho nunca fue conocido y él desde luego nunca lo reconoció.

Al cumplir los 55 años, Enckell murió de neumonía en Estocolmo, donde estaba organizando una exposición.