Roser Bru
Chile, 1923–2021
Roser Bru tuvo una de esas vidas fulgurantes, de esos fuegos tan intensos que todo lo alumbran y lo consumen. Nació en Barcelona en 1923, pero a temprana edad migra a Chile en el barco Winnipeg que traía refugiados republicanos que escapaban de la Guerra Civil Española. En Chile se empieza a rodear de los más destacados intelectuales de la época, entre ellos José Balmes, Gracia Barrios, Pablo Neruda y Guillermo Núñez. A partir de esos vínculos se forma una camada de intelectuales progresistas, en los que Roser Bru destacará particularmente en la Neofiguración.
Comenzó a trabajar, además de la pintura, el grabado, al cual le dedicó gran parte de su obra. Su trabajo ha sido una verdadera reivindicación de esta técnica artística. Además, tuvo una extraordinaria labor docente, en la que formó a innumerables artistas chilenos y participó en la fundación de Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Ha expuesto en los principales museos del mundo y recientemente el Museo Reina Sofía la ha incluido en su exhibición permanente dedicada a América Latina. En 2015 el Gobierno de Chile le otorgó el Premio Nacional de Artes Plásticas y el 2020 recibe la Creu de Sant Jordi, entre otras muchas distinciones. Hasta sus últimos días fue una de las grandes referentes del exilio republicano.