Takashi Murakami
Japón, 1962
Takashi Murakami, polifacético artista que trabaja en escultura, pintura, grabado, instalación… Es llamado «el Andy Warhol japonés», un apodo de lo más simplista, que aún así explica un poco su arte. Porque Murakami es puro Pop. Se basa en la cultura popular y la utiliza como herramienta. De hecho, sus típicos personajes son hoy en día un icono de pop en sí mismos.
Takashi Murakami nació y creció en Tokio en los 60. Su objetivo era llegar a trabajar en la animación o el manga y por ello estudió en la Tokyo University of the Art, especializándose en Nihonga, el estilo tradicional de pintura japonesa.
Con la tradición en mente, empezó a interesarse por estilos más contemporáneos. Un viaje a Nueva York hizo que bebiera de influencias del arte americano. Empezó así a crear un arte de esencia japonesa pero con enormes y evidentes influencias occidentales.
También empezó a centrarse en la cultura popular, esa «baja cultura» frente al «arte de alto nivel», como es el caso del otaku (anime y manga). Nace así el Superflat.
El Superflat es un movimiento artístico posmoderno que provee una interpretación «exterior» a la cultura popular japonesa a través de los ojos de la subcultura otaku.
Murakami empieza a mostrar una mirada crítica al consumismo y el fetichismo sexual (que prevaleció tras la occidentalización de la cultura japonesa de la posguerra), la neurosis capitalista, la repetición, la distorsión…
Murakami crea sus propios personajes como el Sr. Dob, una especie de autoretrato, las flores repetidas que llenan toda la superficie, imágenes budistas, o dibujos hipersexualizados.
El artista juega también con las escalas, y suele crear obras de gran tamaño, o series de la misma pieza en pequeño formato.