El hormiguero

Saint Prex 1916, es el tiempo de la siega. Hombres y mujeres participan de las labores agrícolas en el declive del verano. Labores de labranza generalmente colectivas que dieron lugar a un acervo popular plagado de canciones y pinturas que las evocan, y que con frecuencia decoraron los hogares de la burguesía, recordándoles porqué existe el campesinado. Ejemplo de ello son el Angelus de Millet o las Espigadoras, popularizadas hasta la saciedad e introducidas en los hogares con un mensaje a medio camino entre el elogio a los trabajos del campo y el conformismo social.

Marianne von Werefkin, expresionista amante de los paisajes, extiende aquí su gran paleta colorista de influencias fauves y nabis, y articula el espacio en grandes áreas de color delimitadas con línea. Línea y color, una combinación espacial que de no hallarse sobre ella elementos reconocidos de la naturaleza, caminaría hacia la abstracción, como lo hicieron los lienzos de su colega y compatriota Kandinsky, con quien perteneció al grupo artístico Der Blaue Reiter (El Jinete Azul).

Hay algo inquietante en este hermoso cuadro titulado Hormiguero que a priori parece hablarnos de naturaleza, campo y color. Quizás sea la fecha, 1916, en plena Guerra Mundial, cuando el campo quedó despoblado con la mayoría de los hombres en la contiendan, o arrasados por los ejércitos. Pero estamos en la Suiza neutral y la gente sigue con sus tareas cotidianas, como las hormigas en el hormiguero. Quizás también inquiete que al fondo, detrás de las colinas, las verticales de las chimeneas rivalizan con los árboles disputándose el horizonte. Ese horizonte cambiante de los tiempos modernos, y más durante la guerra. Chimeneas fabriles que anuncian el cambio del campo a la fábrica y que abordan la ingente labor de abastecer las necesidades de una guerra. Quizás nada de eso suceda y sólo es un bucólico paraje en el que conviven tradición e innovación, agricultura e industria, una isla de paz en medio de la guerra, aunque también un lugar seguro para los nuevos negocios que ésta genera.