El intruso
Un perro está alerta por algo.
¡Que pintor desasosegante este Andrew Wyeth, capaz de trasmitir inquietud mediante lo más cotidiano!
Muchas de las pinturas de Wyeth tienen esa sensación misteriosa, con un montón de espacios donde algo debería estar allí, pero no lo está. Cuadros a veces deprimentes, otras misteriosos, a veces aburridos, y casi siempre terroríficos. Es uno de esos artistas creadores de atmósferas, sobre todo el rural americano. Mediante unos pocos elementos crea una narrativa que nuestro cerebro primitivo se encarga de convertir en una historia de terror.
En el caso de este cuadro, un simple perro mirando hacia algo. Nosotros no vemos ese algo, pero intuimos que existe, y que quizás no sea del todo amable. Hay un río y algo se mueve en los árboles, algo secreto, algo amenazante. Es casi como la terrorífica película “Deliverance” de John Boorman o el “Twin Peaks” de David Lynch, con esos bosques llenos de misterios y peligros.
Fijaos ya en el título: “El intruso”. ¿A qué se refiere Wyeth al titular la obra así…? ¿Al perro? ¿O quizás este sea un perro guardián que aleja a los intrusos? A lo mejor nosotros somos los intrusos.
Como dijo Stephen King: “El momento más espantoso es siempre justo antes de empezar”.