Luz de luna en el Dniéper
Dancing in the Moonlight.
El río Dniéper fue pintado por el paisajista Kuindzhi en varios momentos del día: por la mañana, al atardecer… pero ninguna de las pinturas alcanza el sentimiento poético de esta Luz de luna en el Dniéper, un cuadro que impacta ahora tanto como en su época.
Como vemos, la protagonista del cuadro es simplemente la luz de la luna que apenas deja ver la siluetas de algunas casas y un molino, pero esa iluminación, ese resplandor fosforescente de la luna sobre las tranquilas aguas del río nos trasladan a otro planeta. Es como si el cuadro irradiara luz propia, aún oscureciéndose con el paso de los años.
Arkhip Kuindzhi, usando medios completamente nuevos para expresar por medio del color y la composición, creó ese tipo de paisaje entre realista y romántico, mezclando su percepción realista del mundo tomada de los Peredvizhniki pero bajo un prisma de individualidad creativa del artista. Además bebió del arte que se estaba creando en Europa en esos años 80 como los logros de la escuela francesa de Barbizon o los descubrimientos impresionistas.
Nace así el «paisaje filosófico». Con este nuevo subgénero, el ambicioso objetivo de Kuindzhi era comprender el sentido último de las cosas.
Para presentar Luz de luna en el Dniéper, Kuindzhi tapó las ventanas de la sala e iluminó el cuadro con un haz de luz eléctrica. La obra fue un éxito sin precedentes y causó un verdadero revuelo entre el público: asombró con esas nuevas y espectaculares combinaciones de colores, y presentó al mundo sus experimentos con pigmentos de colores y betún de uso intensivo.
Aunque pasados los años se vio que las pinturas asfálticas son frágiles y se descomponen y oscurecen bajo la influencia de la luz y el aire, pero en el caso de esta obra en particular queda intacta la belleza, la profundidad y el poder de la imagen.
Tras exponer el cuadro, y quizás agobiado por tanta expectación (y alguna que otra mala crítica), Kuindzhi se retiró durante 20 años. En ese tiempo siguió pintando obras maestras, pero no enseñó sus pinturas a nadie hasta mucho tiempo después.