Receptividad
Sandberg pinta sus alegorías como los surrealistas de hace 500 años.
Perteneciente a una serie de cuadros curvos de Sandberg, esta «Receptividad» remite a las alegorías panorámicas de antiguos maestros como El Bosco o Bruegel, y también a otros no tan antiguos como Balthus.
Sus pinturas son de un surrealismo que ya se practicaba en el siglo XV. Una plasmación de los sueños o los delirios como se hacían en tiempos pre-Freud.
Sandberg consigue con sus cuadros un diálogo entre figura humana y paisaje, una extraña narrativa surrealista para tratar de definir de alguna forma la identidad humana.
El pintor realiza en su obra alegorías de vicios y virtudes, tal como se hacían hace 500 años, pero el artista no lo aborda desde una perspectiva teológica, sino más bien como un dilema existencial.
Aquí vemos otra de sus figuras femeninas desnudas (con la muy contemporánea marca del bronceado) y a una nube caótica de aves que vuelan a su lado. Es increíble la observación natural, la abundancia y la extraña yuxtaposición de los pájaros, que podríamos interpretar fácilmente como el Paraíso (aunque también se podría ver como una pesadilla…).
Quizás el Paraíso Perdido (fijaos en las ruinas…) o quizás un futuro post-apocalíptico(esa barandilla de la carretera…). El caso es que se consigue la comunión entre el ser humano y la naturaleza y nos remite a una época en la que los pájaros no se asustaban al vernos.