Riverfront No. 1
Retrato colectivo de un caótico verano neoyorquino.
En la época de George Bellows, el paseo marítimo de Nueva York estaba repleto de gente que acudía ahí para darse un baño y combatir el sofocante calor de la ciudad. Gente de todo tipo, de todas las clases sociales, de todas la edades… aunque sobre todo abundaban los niños. Para los pequeños, un baño estival aquí era un escape de la dura vida en el East Side.
Bellows hace aquí un retrato colectivo de los ciudadanos, pero también hace un retrato de una ciudad y una época, una instantánea de una atmósfera. Se pueden ver los pilares rotos y esos muelles de subdesarrollo se convirtieron en sus playas y centro de ocio para bañistas de todo tipo a principios del siglo XX.
Por supuesto, Bellows amplifica, como en muchos otros de sus cuadros, la idea de multitud. El cuadro es un horror vacui de gentes bañándose, navegando, tomando el sol o descansando. Mucha gente se quita la ropa y queda totalmente desnuda dentro y fuera del agua.
Comparado con la mucho más serena “Domingo en la Grande Jatte”, la escena es caótica, casi una imagen de El Bosco, que señala también las diferencias entre las ciudades de París y Nueva York.