Tornillo blando
Escultura para ser construida a gran escala.
Observando un tornillo arqueado, Claes Oldenburg & Coosje van Bruggen tuvieron una imagen de pronto: un puente.
Si juntaran dos modelos de este tipo el resultado sería un estético puente que podría unir dos orillas de un río holandés.
El tornillo ha sido un elemento importante del vocabulario visual de Oldenburg desde los años 60, cuando ya empezó a diseñar tornillos para situar en patios e incluso cementerios (!). Sus grandes obras son objetos cotidianos llevados a gran escala y este elemento tan presente en nuestras vidas, tan importante y a la vez tan invisible, era perfecto para las propuestas escultóricas de Oldenburg.
El Tornillo con su espiral, es una forma básica, y eso es precisamente lo que atrajo al escultor. Tanto Oldenburg como su esposa y socia, consideraban este elemento no sólo estético, sino también un símbolo perfecto para una ciudad industrial holandesa. Y por supuesto esa forma espiral tiene implícito un movimiento interno dentro de la escultura, un ritmo interior que al reproducir en bronce sobre base de acero consigue unas propiedades estéticas dignas de considerarse escultura.
Al mismo tiempo, los artistas eran conscientes de las connotaciones sexuales del objeto (más aún al hacerlo «blando») y eso está unido al sentido del humor de este dúo, tan propio del Pop Art.