Angelica Kauffmann
Suíza, 1741–1807
Angelica Kauffmann fue una pintora neoclásica famosa en toda Europa por sus retratos.
Nació en Suiza, mas su padre era originario de Alemania y su familia materna, de Austria, donde se crió. Su padre, también pintor, la instruyó sabiamente y a temprana edad ya leía de forma incansable, hablaba con fluidez varios idiomas y destacaba como música, cantante y pintora. A sus 12 años, nobles y clérigos posaban para ella y al año siguiente viajó a Italia, país que le fascinó y al que regresó varias veces. Estuvo en Milán, Bolonia, Venecia y Florencia, llegando a formar parte de Academia de Arte de Florencia con tan solo 21 años. De ahí decidió trasladarse a Nápoles donde tuvo ocasión de retratar a ricos ingleses que pasaban las vacaciones en la ciudad. Allí pintó el retrato del famoso actor David Garrick, el cual fue expuesto en Londres en 1785. Fue tal el repunte que decidió trasladarse a Inglaterra donde su popularidad no hizo más que aumentar, llegando a pintar a las personalidades más importantes de la época, entre ellas la reina Carlota de Reino Unido.
En Londres se hizo amiga íntima del pintor Joshua Reynols y se retrataban mutuamente con frecuencia. Juntos fundaron la Royal Academy a la que ella contribuyó con cuatro cuadros.
Después de 15 años en la ciudad decidió regresar a Roma donde continuó haciendo retratos, pintura de temática mitológica, histórica y alegórica. Trabajó hasta el día de su muerte y su funeral fue uno de los más esplendorosos de la época. Dirigido por Cánova, toda la Accademia di San Luca, eclesiásticos, nobles y demás celebridades la siguieron hasta Sant’Andrea delle Fratte donde fue enterrada. Al igual que en el funeral de Rafael, dos de sus mejores pinturas fueron llevadas en procesión.
Fue una de las personas más deslumbrantes de su tiempo. Garrick afirmaba que era la mejor cantante de todo Londres y Goethe la describió como «la mujer más dotada de Europa». En la localidad de Schwarzenberg, en Austria, existe un museo dedicado exclusivamente a ella.