Giuseppe Sanmartino
Italia, 1720–1793
Giuseppe Sanmartino, escultor napolitano. Virtuoso, clásico. Sus maestros: Corradini y Queirolo. De ellos sacó ese gusto por el detalle minucioso. Y hasta Antonio Canova dijo de él que estaba dispuesto a dar diez años de su vida para ser autor de esta obra maestra. Nos referimos a su Cristo velado, increíble escultura.
Poco sabemos de la vida de este escultor (de hecho, es imposible conocer su rostro). No hay apenas noticias de su existencia hasta que triunfó en la década de los 50 del XVIII. Nápoles buscaba en esos tiempos esculturas llenas de afectación y virtuosismo, como las de Corradini, y el joven Sanmartino, que andaba en la época por la treintena, decidió imitar esas transparencias de los velos tallando bloques de mármol como si de mantequilla se trataran. El Cristo velado dejó boquiabierto a todo el mundo. Cristo aparece tendido en un colchón, tapado por una finísimo sudario.
Con semejante obra, se creó la leyenda de que el alquimista Raimondo di Sangro había enseñado al escultor la calcificación de los tejidos en cristales de mármol y el escultor adquirió casi superpoderes sobrenaturales.
Tras esto, Sanmartino tuvo una larga y fructífera carrera, años en los que se vio envuelto en alguna que otra rivalidad con otros artistas de la época.
Murió a la edad de setenta y tres años, rodeado de leyenda que aún perdura hoy en día.