Cristo velado
¿Alquimia o escultura?
El escultor Antonio Canova dijo de esta escultura que estaba dispuesto a dar diez años de su vida con tal de ser capaz de realizar semejante obra maestra.
Y lo cierto es que al ver esto, no nos cabe en la cabeza que alguien sea capaz de trabajar el mármol con tal virtuosismo y gracia.
En un principio, el Cristo velado iba a hacerlo Antonio Corradini (otro genio), pero al morir dejando solo un boceto, se decidió que el proyecto pasara a manos de un joven y prometedor escultor: Giuseppe Sanmartino.
El artista, que tenía unos 33 años (vaya edad simbólica ¿no…?), creó esta estatua en mármol a tamaño natural, representando el cuerpo muerto de Jesucristo, cubierto de un sudario transparente.
El cómo hizo ese milagro con un cincel dio lugar a todo tipo de especulaciones. La principal, es que el científico y alquimista Raimondo di Sangro había enseñado a Giuseppe Sanmartino sus superpoderes sobrenaturales sobre cómo transformar la tela en mármol cristalino.
Lo cierto es que la obra parece creada por arte de magia.
El escultor consigue que veamos el rostro de Cristo muerto tras el velo de mármol. Podemos intuir los sufrimientos de JC tras su martirio y posterior crucifixión. De hecho, al pie de la estatua, Giuseppe Sanmartino dejó esculpidas las llamadas Arma Christi o instrumentos de la Pasión: la corona de espinas, las tenazas, los clavos…