Giovanni Battista Piranesi
Italia, 1720–1778
Giovanni Battista Piranesi fue un arqueólogo, arquitecto, investigador y excelente grabador italiano. Destacó realizando, entre otras muchas cosas, miles de grabados de edificios reales e imaginarios, por lo que se le considera uno de esos arquitectos visionarios que empezaron su carrera en la primera mitad del siglo XVIII, cuando el romanticismo no era más que una premonición que sólo algunos iluminados percibían en el ambiente.
Piranesi fue desde luego uno de esos iluminados. Estudió Arquitectura en Venecia y se quedó fascinado por los edificios de la antigüedad y del renacimiento. Sin embargo, Piranesi apenas llegó a ejercer como arquitecto (sólo se erigió un diseño suyo), aunque diseñar, diseñó verdaderas y ambiciosas obras que muy bien podrían hacerse realidad.
Piranesi prefirió la arqueología antes que la arquitectura, pese a que en esos años no era ni mucho menos una ciencia seria. Más bien era un arte: el arte del saqueo. De sus estudios de ruinas y hallazgos, sacó innumerables ilustraciones de una sorprendente calidad y fidelidad. Se le considera hoy en día por ello casi un notario de los tesoros que iban apareciendo en esa época neoclásica. De hecho, no es exagerado decir que Piranesi, con sus grabados en aguafuerte, contribuyó a que el neoclasicismo se extendiera por toda Europa. Sus obras eran un souvenir de obligada adquisición para el turista en Roma.
Sin embargo, pese a su exquisito afán descriptivo, Piranesi no quiso renunciar a la creatividad que bulle por las venas de un artista, y metió de vez en cuando visionarias piezas de fantasía. Son edificios utópicos que ejercieron una enorme influencia en el posterior romanticismo e incluso en los muy postreros surrealismo y expresionismo.
Se ve su pegada desde en las escaleras imposibles de Escher, hasta en videojuegos que basan su ambientación en sus acojonantes edificios.