Barnett Newman
Estados Unidos, 1905–1970
Barnett Newman fue uno de los totems del expresionismo abstracto, pese a que siempre rechazó la pincelada expresiva de sus colegas. Los suyos eran colores lisos que darían lugar a lo que conocemos como la «abstracción post pictórica» y el minimalismo, y fue además el representante de la colorfield painting, o pintura de los campos de color, similar a la de artistas como Rothko
Hijo de inmigrantes polacos, Newman comenzó su carrera como profesor de arte para ganarse la vida. Sus primeras obras fueron surrealistas, pero las acabó destruyendo tras una profunda crisis profesional que lo hizo retirarse de la pintura unos años. A los 43 años la retomó de nuevo, pero con un estilo renovado, más abstracto, rompiendo totalmente con la tradición europea.
Un buen día descubrió lo que sería su estilo. Newman colocó en medio de una superficie de color una cinta de pintor vertical. Su intención era quitarla, pero decidió pintar sobre ella. Nace así su famoso «zip» (banda) frente al drip (goteo) de gentes como Pollock.
Sus líneas verticales son una especie de firma que hace reconocibles sus cuadros. Según él, representaban «rayos de luz».
Intelectual ante todo, estaba interesado en la ornitología y la botánica, la filosofía y la política. Era muy respetado por la comunidad artística y cultural de Nueva York… Por todos menos por los críticos, que se cebaron con su arte hasta que este fue reivindicado por los jóvenes minimalistas de los años 60 que vieron en él a una especie de profeta.