Bartolomé Bermejo

Bartolomé de Cárdenas, más conocido como «Bartolomé Bermejo», fue un pintor español del periodo gótico muy ligado a la corona de Aragón, hoy día reconocido como uno de los más grandes de su época. Aunque no se conoce mucho sobre él y su formación, podemos advertir en su obra un fuerte realismo y detallismo en el tratamiento de las figuras, monumentalidad en los escenarios, así como una gran riqueza cromática y decorativa: sin duda tuvo que formarse en círculos cercanos a la pintura flamenca.

Debido a la época que le tocó vivir su pintura se centró en la temática religiosa, dando sus primeros pasos en Valencia donde se observa ya su personal estilo. No obstante, sus mayores logros se darían en zonas de Zaragoza y Barcelona.

Será durante 1474 cuando se instale en Daroca, donde realiza la que será su pieza más emblemática: Santo Domingo de Silos entronizado como obispo. Entre los últimos años de 1470 y los primeros de 1480, sigue participando en Zaragoza junto a colaboradores como Martín Bernat y Miguel Ximénez, acusando ambos a lo largo de su trayectoria características típicas de Bermejo.

A mediados de la década de los ochenta ya se encuentra instalado en Barcelona, creando obras para la Catedral de Santa María del Mar o el canónico Lluís Desplà, para quien realiza la tabla sobre La Piedad. Pese a que estas obras fueron bien acogidas y su calidad era indiscutible, se cree que los últimos años de su vida fueron precarios económicamente debido a encargos de menor categoría y repercusión.