Boris Grigóriev
Rusia, 1886–1939
Borís Dmítrievich Grigóriev (Бори́с Дми́триевич Григо́рьев) fue un pintor y diseñador gráfico ruso, chileno de adopción, que desarrolló un estilo expresionista alejado de lo académico y la representación realista.
Estudiante de arte en San Petersburgo y Moscú, decidió exponer por primera vez con 23 años como pintor impresionista. Sin embargo algo tenía dentro el chaval que quiso que con el tiempo sacara pinturas de su interior, algo que podemos llamar expresionismo.
Después de la revolución bolchevique de 1917, Grigóriev se largó del país instalándose en Berlín, después en Paris y una docena de paises más hasta llegar a Chile, donde fue profesor de la Academia de Bellas Artes y ejerció de gurú del arte moderno en ese país tembloroso y poético.
Grigóriev pintó infinidad de temas, entre los que destacan temáticas campesinas y la vida del pueblo llano ruso previo a la revolución. Después, influido por la Escuela de París adoptó formas modernas que podríamos denominar neopritimitivistas.
El trazo certero de Grigóriev es una de sus señas de identidad, con fondos plenos de color influenciados por el fauvismo y una espontaneidad expresionista. Es considerado a día de hoy un pintor a medio camino entre la estética oriental rusa y las técnicas del arte vanguardista occidental.