Carlo Levi
Italia, 1902–1975
Carlo Levi fue un pintor, escritor y médico italiano. Judío y muy de izquierdas, estaba claro que tenía que ser antifascista. Los fachas italianos le tocaron los huevos sobremanera, y después mucho más los nazis. Escondido, pudo sobrevivir al terror, y nos dejó obras de arte y libros de una calidad evidente. Y muy políticos.
Levi estudió la carrera de medicina en Turín, y la acabó, pero prefirió dedicarse a la pintura. Felice Casorati le enseñó a pintar, y también le metió en política. Escribir y pintar eran sus dos pasiones, pero su obsesión era denunciar injusticias.
Eran los años 20 y en Italia mandaban los matones de Mussolini. Carlo Levi, convencido y comprometido, se negó a callarse con sus artículos periodísticos y sus pinturas de denuncia, y por ello fue arrestado por sospecha de actividad antifascista. Torturado y después condenado, al menos conservó la vida en un pequeño pueblo italiano, donde no podía difundir sus soflamas. Pero mira tú… Ahí escribió su célebre novela Cristo se detuvo en Éboli.
En 1936 el régimen fascista, en esa ola de entusiasmo colectivo por la conquista de Etiopía, le concedió el indulto. Levi se trasladó a Francia durante unos años, donde continuó su actividad política y pictórica.
Regresó a Italia en 1943 escapando de los nazis (recordemos: además era judío), pero si algo había en Europa era asquerosos nazis, y más en Italia. Levi se pasó dos años oculto. Pintando y escribiendo en su escondite.
Después de la guerra, Carlo Levi continuó su actividad como periodista, escritor y pintor. Y como político: Comunista hasta las cachas.
Murió en Roma con 72 años.