Josef Koudelka
República Checa, 1938
Josef Koudelka nace en la República Checa, en el año de 1938. Crece en una pequeña aldea de Moravia, interesándose en la fotografía a través de su entorno familiar, gracias al cual llevo a cabo sus primeras exploraciones con una cámara en las manos. En su juventud se traslada a Praga para formarse allí como ingeniero, actividad de compatibiliza con su creciente pasión por la fotografía.
En el año 1961 realizará su primera exposición fotográfica en el Teatro Semafor. Desde entonces compaginará su trabajo como ingeniero con una actividad artística cada vez más intensa. En 1966 publicará su primer libro de fotografías. En 1967 decide abandonar su trabajo como ingeniero para centrarse exclusivamente en la Fotografía.
Koudelka hizo de los gitanos su principal sujeto artístico desde que entra en contacto con ellos por primera vez en la década de los sesenta. La mirada de Koudelka es extraordinariamente irrepetible, hecho que queda patente gracias a sus investigaciones visuales del pueblo romaní, a cuyas tradiciones, modos de vida, individuos singulares y paisajes parece acercarse siempre con una brillante y lúcida candidez. Así, Koudelka es capaz de relatar la vida de los gitanos deshaciéndose de los habituales tabúes y estigmas que los perseguían. Se comenta que Koudelka tiene una «mirada salvaje», feroz. Su obra maestra Gitanos es una buena prueba de ello, y es además considerado uno de los mejores libros de fotografía jamás publicados. La reedición francesa del libro llamada Gitans: la Fin du Voyage ganará el Premio Nadar al Mejor Libro de fotografía en 1975.
En el año 1969 realiza un fotorreportaje magistral de la invasión a Checoslovaquia por parte de las tropas del Pacto de Varsovia. Las fotografías del momento son acogidas por la agencia Magnum y le valen el galardón Robert Capa del Overseas Press Club.
En 1970 decide abandonar Checoslovaquia para seguir fotografiando al pueblo gitano, pero no regresa a su patria y se convierte oficialmente en ciudadano apátrida.
En 1971 ingresará como miembro en la agencia Magnum a través de Elliot Erwitt. Entra entonces en contacto con figuras míticas de la fotografía como Henri Cartier-Bresson o Robert Delpire. Sigue viajando por toda Europa pero afincado en Londres gracias al asilo político inglés, fotografiando gitanos y celebraciones o eventos de diferentes culturas. En 1987 se nacionalizará como ciudadano francés después de vivir en Francia desde 1980.
Desde entonces y hasta día de hoy sigue con su actividad y cosechando diferentes e importantísimos galardones: Premio Cartier-Bresson, Premio Internacional de la Fundación Hasselblad, Medalla de la Royal Photographic Society. Es caballero de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de Francia.