Karel Dujardin
Países Bajos, 1626–1678
Karel Dujardin fue un artista de la Edad de Oro de la pintura holandesa. Durante el barroco, en los Países Bajos sobraba talento, y Dujardin es el ejemplo perfecto de un artista de enorme talento eclipsado por los grandes nombres de la pintura universal.
A parte de alguna pintura histórica, mitológica y unos cuantos retratos, la obra de Karel se compone sobre todo de pequeños paisajes al estilo italiano y humildes escenas pastorales en las que Italia siempre está de un modo u otro presente. Es evidente que Dujardin era un enamorado de ese país.
Así pues, este pintor y grabador nacido en Amsterdam en una familia de fundidores de grasa y carniceros, decide siendo muy joven irse a formar a Italia y ahí es acogido por el núcleo de los Bentvueghels, los artistas flamencos que estaban en Roma. De pronto pasa a ser conocido como «Barba di Becco», o barba de cabra y empiezan sus primeros éxitos artísticos.
También viajó a Francia, y al parecer ahí contrajo matrimonio de una forma rocambolesca. Dujardin estaba con el agua al cuello a causa de unas deudas y para liberarse de ellas decidió casarse con su casera Suzanne van Royen, una viuda de edad bastante avanzada en comparación con el veinteañero Karel.
Se fueron a vivir a su país natal, pero el artista rápidamente partió de nuevo a Italia y siguió recorriendo el país, con una última parada en Venecia, donde muere inesperadamente de una extraña intoxicación alimentaria.