
Kees van Dongen
Países Bajos, 1877–1968
Kees van Dongen (o Cornelis Théodorus Marie van Dongen, que era su rimbombante nombre real) fue un pintor holandés que se fue al París de fin-de-siècle para respirar la nueva pintura que se estaba haciendo en la —por aquel entonces— capital mundial del arte mundial. Ahí entró en contacto con el fauvismo y con el expresionismo de Die Brücke, dos movimientos que marcarían su pintura.
Nacido cerca de Róterdam, empezó a estudiar arte en su adolescencia, pero la bohemia tiraba más que la academia, y en vez de asegurarse una carrera de artista chupatintas, prefirió frecuentar el barrio rojo de Róterdam para retratar marineros y putas. Para comer, ilustraba periódicos locales.
Tan bohemio era, que decidió vivir la bohemia a tope en Montmartre. Ahí se murió de hambre unos años, entabló prácticas amistades para su futura carrera y conoció el colorido del fauvismo, que le voló la cabeza.
Vivió dos guerras. Tras la primera fue uno de los pintores más cotizados de la alta sociedad francesa. Después coqueteó con el nazismo y tras la segunda tuvo sus altos y sus bajos en los encargos.
Al final pintó retratos de la alta y la baja sociedad, pero siempre muy coloridos.
«Lo esencial es alargar a las mujeres, y, sobre todo, adelgazarlas. Después, solo queda agrandar sus joyas»